Sobre mi
Desde muy niña la música enciende mi motor, me da alegría y vitalidad, me transporta a un mundo agradable, muy mío. También me ayuda a atravesar otras emociones como la tristeza, la inseguridad, la rabia.
En la tierna infancia ya cantaba a dúo con mi hermana Laura en la casa familiar. Luego en la iglesia, durante los años de colegio, canté frente al público parroquial y a mis 8 añitos ingresé al coro de la escuela de danzas clásicas, donde cursé carrera durante 7 años.
En la juventud tuve muchas inquietudes filosóficas y planteamientos existenciales. Mi adolescencia fue una montaña rusa emocional mientras me acercaba a disciplinas como el hata yoga, el método Joseph Pilates y el Bakti yoga o cantos de mantra. Estas prácticas me permitieron ir conectando cada vez más con mi cuerpo físico mediante la respiración al pensamiento filosófico y la búsqueda espiritual...y seguí cantando...
Un gran amor, pianista, en mis tempranos 20's me acercó al mundo de la música profesional. Canté durante horas, cada día y durante años, y así construí el hábito y aprendí mucho repertorio estándar. Fue haciendo coros en una orquesta de salsa que me subí por primera vez a escena.
Continué un tiempo como vocalista amateur, siempre impulsada a trasmitir emoción y movimiento al público a través de la música, pero siempre en una búsqueda a ciegas y sin la certeza de qué era lo que quería comunicar. No paré de subir a escenarios hasta que me decidí a inscribirme y cursar una formación musical superior en el Taller de Músics de Barcelona.
Dos años de estudio después y motivos "profesionales" me llevaron a creer que yo no era buena y no encajaba en el mundo de los músicos, así que decidí que todo eso quedaría en el pasado.
Además mi "verdadera carrera profesional" en el campo de la movilidad y el transporte estaba despegando y con ello la capacidad de generar ingresos aumentaba considerablemente. En esa época comencé a viajar mucho por España, Inglaterra, Canadá y América por causa del trabajo...y dejé de cantar. Era incompatible con "la mujer responsable" en la que me convertí.
Durante seis años me centré exclusivamente en el desarrollo de mi carrera "profesional" como consultora y me negué a cantar, incluso para mis amig@s, ni siquiera el cumpleaños feliz.
Y así pasaron unas cuantas temporadas, trabajando a destajo y para cuando me di cuenta me había hundido en depresión. Tuve terror de seguir creciendo profesionalmente y continuar avanzando en la dirección hacia donde me llevaba todo aquel crecimiento.
Yo no era consciente de lo que me producía tanta tristeza pero necesitaba reducir la presión (diferencia entre interna y externa) y comencé a buscar escapes en el ocio, a buscar distracciones varias que aumentaron mi sensación de confusión y todo se derrumbó.

Después de más de 3 décadas de búsqueda, ilusiones desilusiones y desconcierto, sentí a través de mi voz mi naturaleza salvaje y excesiva. Con la disciplina pude ablandarme y sentir mi verdadera voz, una mas suave y dulce pero que sin embargo afirma sin lugar a dudas quien soy, que quiero y cuanto estoy dispuesta a pagar. Pude madurar paralelamente mi sonido y personalmente, mi discurso cobró coherencia.
Hoy celebro y comparto aquí contigo el efecto de la vibración de las cuerdas vocales, que como las alas de una mariposa, son capaces de producir enormes efectos en tu vida, en la de las personas cercanas y en el mundo entero.
Vibrando en ellas con consciencia descubrirás la mágica capacidad de infundir al aire con intención y emitir tu propio sonido a través del cual compartir ideas y emociones.
Ojalá disfrutes con los textos y audios que aquí te iré compartiendo.
Espero tus comentarios, impresiones y experiencias.
soly2copio
Genial !!! Una buenísima conjunción de elementos donde se prevé un descubrimiento en el futuro aprendizaje
ResponderEliminarEl aprendizaje es ahora! Experimenta e incorpora. Estamos en el momento presente trabajando para el gran giro :)
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